En estos tiempos resulta complicado el viaje hacia la libertad de pensamiento, hacia la independencia de criterio, pues da la impresión de que a pesar de que nunca hemos tenido tantas herramientas a nuestro alcance hay gran cantidad de cosas alrededor dirigidas a distraernos, a hacernos perder el tiempo, incluso a perdernos desviándonos de nuestro camino evolutivo.
Estamos saturados de noticias, y lo peor es que la mayoría son negativas, pesimistas, oscuras… así el futuro –si nos quedamos ahí- se nos presenta negro, muy negro y los miedos de todo tipo crecen en todos los ámbitos de nuestra vida.
Es por eso que, sin desconectarnos de la realidad que vivimos (porque eso nos servirá para valorar la dimensión del problema y poder buscar las estrategias para solucionar lo que esté en nuestra mano); sin desconectarnos, decía, de esa realidad, si que es aconsejable seguir algunos consejos para volver –siquiera a ratitos- a nuestro centro, a conectar con el propósito fundamental de nuestra existencia, a sintonizar con nuestro interior:
Medita, contempla, ora, practica el silencio. Esos momentos diarios son tan importantes y necesarios como la higiene, la alimentación o el descanso. Hemos de buscar espacios y tiempos para vaciarnos de todo el material espurio que almacena nuestra mente, buscar tiempo para apreciar la belleza, para tomar consciencia de todo lo que la vida nos regala, para conectar con nuestro Ser Interior, para escuchar la voz de la intuición, para sentir que somos seres trascendentes que estamos viviendo una experiencia humana.
Recupera la conexión con la naturaleza. Ya lo hemos dicho muchas veces, es imprescindible volver a conectar con la Madre Tierra, eso satisface nuestra necesidad de sentirnos ubicados, de pertenencia, de arraigo… que son tan importantes para el Ser. La naturaleza ha sido siempre fuente de conocimiento, de sabiduría, de salud y equilibrio, y el ser humano de estos tiempos no puede permitirse el desaprovechar esta fuente de poder que está a su alcance.
Vive con un ritmo adecuado, el que marca tu corazón es un buen referente. La quietud, el sosiego, el ir despacio nos permitirá apreciar mejor los paisajes que recorremos, tomar consciencia para poder captar la verdadera belleza en cuanto y cuantos nos rodean, descubrir los dones propios y los del otro… Vivir periodos de soledad sin miedo para poder sentir tu trayectoria en libertad, sin apegos ni deseos, para sentirte chispa divina recorriendo el mundo de las experiencias materiales, con un origen, con un destino y con la consciencia de tu Ser esencial, acompañado en ocasiones por otros Caminantes, pero sabiendo que tu destino es único.